viernes, 8 de junio de 2012

Too Much Heaven.


–¿Estas bien?- Un chico con gran cabello se acerco hasta mi.

–Si, eso creo.- Me levante y pude notar que mi falda habia sufrido gran daño.

–Fue un golpe fuerte ¿Segura que estas bien?-

–Si, en verdad no fue nada.- Trato de levantar la pesada caja, la razón de mi caída.

–Dejame ayudarte.- Aquel chico tomo la caja, con un poco de esfuerzo.

–Muchas gracias.-

Caminamos unas cuantas casas mas sin decir ni una sola palabra. Gracias a que mamá se encontraba esperando en la puerta, supe donde era nuestra nueva casa.

–Aqui es.- Dije amablemente mientras tomaba de nuevo la caja. –Muchas gracias por ayudarme.-

–No hay por que, por cierto, ¿cual es tu nombre?- El hizo una mueca, muy linda.

–Me llamo Elizabeth, pero dime Beth, y tu ¿como te llamas?-

–Soy George, bueno Beth, un gusto conocerte, espero verte después y por cierto, ten mas cuidado.- Todo esto lo dijo mientras caminaba de regreso por donde habíamos llegado.

–¿Se puede saber quien es ese jovencito?- Por completo olvide que mamá se encontraba en la puerta.

–Es un chico que me ayudo a llegar a casa, ya que torpemente tropecé y caí poco antes de llegar aquí.-

–Oh mi pequeña, ¿te encuentras bien?-

–Si, nada de que preocuparse.-

Desde que Charles, mi hermano mayor se caso, mamá se volvió mas sobreprotectora conmigo.
Acoplarme a un nuevo vecindario no seria nada fácil, y ni hablar del trabajo.

Despues de terminar de arreglar algunas cosas de la mudanza, sali por un rato y fume un cigarrillo sentada en las escaleras de la entrada. La mayoria de los chicos del vecindario eran muy hablables, al parecer todos sabian sobre las nuevas vecinas.

La primer semana en el trabajo fue la mas dura, el pub en el que trabajo, al parecer es el mas popular del rumbo. Todos los chicos acuden aqui al finalizar la escuela. Como era de esperarse, al ser nueva en esto, recibi muchas bromas por parte de los chicos.

–¿Primer semana?-

–Ni lo menciones.- Respondi sin mirar a la chica que lo habia dicho. –¿Que deseas?-

–Dos whiskys con coca cola por favor.-

Tarde un poco en atenderla ya que el bar estaba a reventar.

–Que pasa Cyn ¿Por que tardas tanto?-

–La chica es nueva, hay que ser un poco mas pacientes.- Respondió ella.

–¡Vamos, me crecerán raíces!- Dijo el chico gritando y golpeando en la barra.

–Aqui están, dos whiskys con coca, cortesía de la casa.- Respondí al ver la cara de vergüenza que expresaba aquella pobre chica.

–¡Ya era hora!- El tomo los tragos y tomo a la chica de la mano sin siquiera dejarla hablar.

Y si fue como transcurrió un mes, mi primer mes en el trabajo y en toda mi nueva vida. Una tarde como cualquier otra, la chica con el novio prepotente volvió al bar, pero esta vez sin su novio.

–Hola, ¿Me recuerdas?- Me dijo sonriendo y sentandose cerca de la barra.

–Claro ¿Como has estado?- Pregunte mientras limpiaba un poco.

–Bien, aquí pasando el rato y esperando a una amiga.- Sonrío tímidamente.

–¿Y tu novio?- Pregunte.

–Eso, bueno... creo que ya fue.- Contesto mientras miraba hacia otro lado.

–Oh, lo siento no quise...-

–No te preocupes, no hay problema.- Contesto mostrandome de nuevo una sonrisa. –Por cierto, mi nombre es Cynthia.-

–Elizabeth, pero dime Beth.- Conteste extendiendo mi mano hacia ella.

–¿Eres nueva aquí cierto?-

Como dicen, pueblo chico...

–Si, mi madre y yo llegamos hace un mes.-

–Bueno Beth, un gusto conocerte, espero verte pronto.- Cynthia salió al ver a una chica esperando en la entrada.

Yo seguí con lo mío, hasta que llego la hora de salida.

–Hey Beth, no habrás olvidado mi invitación ¿cierto?- Me dice Lucy mientras guardamos nuestras cosas.

–Por supuesto que no.- Mierda, lo habia olvidado por completo.

Lo unico que quería era llegar a casa y dormir hasta hartarme de la cama. Pero, Lucy ya me habia invitado a otro bar, ya que su primo se presentaría ahí tocando con su banda.

Al llegar, el lugar se encontraba escupiendo gente, al parecer comenzaban a ganar popularidad. El ritmo con el que tocaban era estúpidamente pegadizo, si no bailabas al momento de escucharlos, era porque eras sordo.

Al terminar el numero, las personas en el lugar comenzaron a disminuir, Lucy y yo comenzamos a abrirnos paso entre las pocas personas dentro, hasta llegar al escenario.

–¡Lucy, por aqui!- Grito uno de los chicos del grupo.

–Vamos Beth, sigueme.- Lucy me tomo de la mano y casi arrastrandome me llevo a lo que al parecer era la parte trasera del escenario.

–¡Lucy, que bueno que pudiste venir!- El mismo chico abrazo a Lucy con demasiado entusiasmo.

–Beth, el es mi primo Paul, Paul ella es Beth.-

–¿Beth? Lindo nombre.- Contesto el.

–En realidad es Elizabeth, pero me gusta que me llamen Beth.-

–Bien, pasen chicas, por favor.-

Paul nos hizo pasar a una pequeña sala, donde se encontraban todos los demás chicos de la banda.

–Bueno Beth, Lucy ya conoce a todos estos tipos, solo faltas tu.- Paul tomo suavemente mi mano y me guío hasta uno de ellos.
–Beth, el es Stu, toca el bajo.- Un chico alto, de tez muy blanca y con gafas oscuras solo me dirigió una tímida sonrisa.

–Hola, soy Beth.- Dije.

–Stuart, un placer.-

–El...- Dijo Paul señalando al chico que se encontraba alejado de todos. –...es Pete, es nuestro bateria, no es muy sociable, o al menos así es con nosotros.-

–No lo culpo.- Bromee un poco.

–Y por ultimo...- Paul no pudo terminar su frase, cuando me lleve una muy grande sorpresa.

–¡George!- Mi mirada se ilumino como la de un niño en la mañana de navidad.

–Beth, que pequeño es el mundo.- George se acerco y me saludo con un pequeño beso en la mejilla.

–¿Se conocen?- Pregunto Paul.

–Si, recuerdas el dia que me esperaste como por media hora en la parada de Penny Lane, bueno ella es la chica a la que ayude.- Respondió George con media sonrisa en el rostro.

–Que pena, tu también te enteraste de mi estupidez.- Dije a Paul con cierto sonrojo.

–John, ven a conocer a una nueva amiga.- Paul llamo al chico que entraba junto con Lucy.

–¡¿Tu?!- Dijo el chico al verme ahí.

–¿Ustedes también se conocen?- Pregunto George.

–Ella es la chica lenta en el Evin pub, Cyn y yo estuvimos ahi la otra noche.- Contesto John, remarcando la parte de Cyn y mirando a Lucy.

Los días transcurrieron demasiado rápido desde ese encuentro. Aquella banda, se habían convertido en un tipo de confidentes para mi, algo muy extraño, ya que yo nunca habia tenido amigos tan cercanos.

Una noche, el Evin Pub, organizo un baile, los chicos tocarían ahí por primera vez, era algo un poco alucinante.
Como era de esperarse, John y Cyn fueron juntos, algo que destrozo el corazón de Lucy por completo. Paul, George y yo decidimos ir juntos, ya que los tres nos encontrábamos sin pareja.

–¿Te gustaría bailar?- Paul estaba de pie justo enfrente de mi con la mano extendida. Era una oferta muy tentadora, pero olvidaba algo muy importante, ¡yo no se bailar absolutamente nada!

–Claro.- Pero en que mierda estoy pensando.

Paul y yo bailamos demasiadas canciones después de que ellos tocaran. Su presentación fue todo un éxito, como era de esperarse.

Horas después como se tenia previsto, John tomo hasta como para olvidar su nombre. Paul, Stu y Cyn salieron del lugar, para llevar a Lennon a su casa. Dejandonos así solo a mi y a George.

–Y bien... ¿Quieres seguir bailando?- Pregunto tímidamente.

–Esta bien.- Respondi con una sonrisa mientras caminábamos hacia la pista. Gracias al cielo, una pieza lenta comenzó a sonar en todo el salón.

Recoste mi cabeza suavemente sobre el hombro de George, su loción, me envolvió, haciendo de aquello un ambiente maravilloso.
Sin aviso, un cosquilleo escalofriante me recorrió por la espalda al sentir su mano en mi cintura. Al terminar la canción, nos retiramos un poco sonrojados por el momento.

–Te acompaño a casa.- Dijo mientras sostenia abierta la puerta para que yo pasase.

–Gracias.- Solo pude responder eso. Sabia que desde ese baile, nada seria igual.

En el camino a casa, el clima me traiciono y comenzó a hacer un poco de frío.

–Toma, ponte esto.- George se quito la chaqueta y la coloco alrededor de mi.

Al pasar por pequeño callejón, un perro ladro fuertemente y lo único que pude hacer fue tomarlo de la mano. Pobre, casi se la arranco.
Finalmente llegamos a casa, sanos y salvos.

–Nos vemos luego, descansa.- George se despidió de mi en la puerta.

Lo observe por unos momentos mientras caminaba por la calle. Un sentimiento que nunca antes habia experimentado me invadió por completo, fue como si algo mas me impulsara.

–¡George, espera!- El dio media vuelta mientras yo corrí hasta donde se encontraba. Al llegar ahi, lo único que pude hacer fue tomarlo por el cuello y así unir mis labios con los suyos, en lo que seria mi primer beso.
–Olvidaste esto.- Para poner un pretexto a lo que acababa de hacer le devolví su chaqueta.

–Quedatela, volveré por ella.- Respondió muy cerca de mi.

–¿Que haras mañana?- Pregunte inocentemente.

–Regresar a verte, igual que todos los demás días.- Contesto mientras caminaba rumbo a su casa.

Según John no éramos mas que una pareja pasajera, para el las relaciones sin sexo no eran verdaderas.
Paul tampoco era partidario de nuestra relación, pocos días después que George y yo comenzáramos a salir, Paul, aun sin saber nada me demostró sus sentimientos, algo por lo cual me sentí fatal, ya que Paul es un chico hermoso, y no hablo físicamente.

Cada dia, George y yo terminábamos en una cafetería del centro tomando un poco de cafe, la taza nos duraba casi 2 horas ya que casi no le poníamos atención.

Si no estábamos ahí, nos encontrábamos en el cine, aunque nos besábamos y abrazábamos y la mayoría de las veces no veíamos la película.
Todo iba de maravillas, tanto para la banda, como para nosotros.

–¡Beth, te tengo una sorpresa!- George llego muy emocionado a mi cuarto.

–¿Que pasa?- Pregunte mientras lo abrazaba.

–¡Conseguimos un contrato en Hamburgo!-

–¿En serio? ¡Eso es perfecto!-

–Pero...- Su tono de voz cambio. –...viajaremos en una semana y no volveremos hasta dentro de 4 meses.-

Por un momento mi mundo se detuvo, al escuchar aquello. La misma sensación que tuve en el Evin me invadió por completo, pero no de la misma forma.

–¿Que pasa...Beth?- George me miro por unos segundos.

–Nada, solo son ideas mias.- Sonreí forzadamente. –George, hoy no me siento muy bien, podríamos vernos mas tarde.-

–Claro vengo después.- Dijo mientras salía sin dejarme de ver.

Odiaba esa sensación, es exactamente la misma que sentí días antes que mi padre muriera. Es como si alguien me avisara que algo malo sucederá.

Esa misma noche, George volvio. No volví a comportarme de la misma manera que antes, pero el sabia que algo andaba mal.

Cada dia que transcurría, se acercaba mas a la fecha en la que viajarían a Hamburgo. Y cada día mi amor por George crecía incondicionalmente.

Un día antes de su partida, escribí una carta en la que explicara el porque de mis acciones.

La mañana del viaje, fue la mas emotiva que habia vivido. Todos se despidieron y como era de esperarse, deje al ultimo a George. Al abrazarlo, sentí la necesidad de no soltarlo, algo me decía que esa podía ser la ultima vez que nos veríamos.

–Solo sera por un tiempo, no te preocupes.- Trato de reconfortarme con sus dulces palabras.

–Te hice una carta, pero no la abras hasta que llegues allá.- Le pedí.

–Esta bien.- Cuidate por favor. Finalmente nos dimos un beso, nuestro ultimo beso.

En la carta, le pedia algo que ni yo podía creer posible. Aunque me dolía en el alma, le pedía dejara lo nuestro en el pasado, tan solo como un simple y dulce buen recuerdo.

Sabia que desde la primera vez que nos vimos fue como un anuncio que el destino nos tenia guardado. Pero al final, con  el nunca se sabe y pues ya todo andaba mal.
No era por falta de cariño, yo lo quiero con el alma, pero odiaba admitirlo, todo tiene un fin.

Exactamente dos semanas después de su partida, descubrí lo que el destino tenia guardado para mi.
Una noche, después de salir de mi trabajo en el Evin, cruce una calle a toda prisa, y lo único que recuerdo desde ahí es una luz. Una luz cegadora que me envolvió como la loción de George aquella noche en la que bailamos.

Y ahora me encuentro aquí, cuidandolo, desde mi sitio, desde donde el cual cuido a mi madre, y a todos mis amigos. Hay momentos en que los extraño, pero... se que en su momento, todos llegaran junto a mi.
Solo se que dentro de poco ya no me sentiré así, alguien me ha dicho que Stu pronto estará por acá, ayudandome a cuidar de todos ellos.














Pfffff me llevo mucho escribir esta historia súper pirada hahaha creo que me pase con el LSD hahaha ok no espero les guste, ademas la cancion ayudo demasiado es como que el sentido de la historia. Siento que así deberían ser todas las historias, ya que no todo en la vida es amor y felicidad. Por cierto hay varias cosas que menciono que salen en el libro de John que escribio Cyn :) cualquier tipo de comentarios es aceptado :D

1 comentario:

  1. Hola, soy Eve Henley. La coordinador del blog del club de fans de Beatles España.
    Te invito a participar en nuestro concurso de Fan Fictions de The White Blog. Para más información: http://beatlescfspain.blogspot.com.es/p/concurso-de-literatura.html

    ResponderEliminar